Antibacteriano y antifúngico: el aceite esencial de árbol de té contiene diversas moléculas que actúan como antibacterianas de amplio espectro (gram+, gram-), como Staphylococcus y E. Coli. Además, es conocido por su eficacia al eliminar hongos como Candida Albicans.
Regula la inflamación: los componentes del árbol de té alivian los procesos inflamatorios.
Antiséptico general y respiratorio: el aceite esencial de árbol del té tiene la capacidad de eliminar una gran cantidad de bacterias y virus, especialmente cuando lo usamos en difusión.
Tónico del sistema nervioso: cuando lo usamos en difusión, el árbol de té actúa como un tónico del sistema nervioso, ayudándonos a luchar contra la astenia, fatiga mental y nerviosa.
Purifica la piel: el árbol de té es ideal para limpiar la piel de aquellos que tienen problemas cutáneos, así como en el cuero cabelludo y zonas íntimas.